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Cómo hablar con tus hijos sobre sus calificaciones

Como adulto, es probable que comprendas mucho mejor lo que está en juego en la escuela, pero ahora tienes menos control. Todo se reduce a convencer a tu hijo para que haga el trabajo en la escuela y saque buenas notas. Aquí es cómo recomendamos acercarse a esa conversación delicada.

Elimina las expectativas

Comienza por crear un entorno hogareño en el que los estudiantes sientan que se los responsabiliza con afecto. En lugar de intimidar a su hijo para que haga su trabajo, discuta y establezca objetivos prácticos que deben esforzarse durante todo el año académico. Permítalos ser abiertos y honestos acerca de cómo se sienten al comenzar el nuevo año académico. Si hay una materia específica que los intimida, ofrezca ayudarlos con sus tareas o establecer una tutoría después de la escuela. Estos objetivos deben incluir un sistema de recompensa, que no tiene que ser lujoso.

Dale seguimiento a tu hijo

Es mejor consultar con su hijo cómo van las cosas al menos una vez a la semana. Puede sentir rechazo por parte de su hijo cuando trata de abordar el tema de las calificaciones, eso es totalmente comprensible. Trate de relacionarse lo más posible con lo que están pasando. Comparta sus dificultades previas en la escuela.

Mantén una actitud positiva

Una vez que su hijo comience a recibir un trabajo calificado, sea positivo incluso si la calificación no es lo que esperaba. Es probable que su hijo esté tan molesto por su mala calificación como usted, y enojarse no va a cambiar las cosas. Pregúnteles cómo estudiaron o cómo completaron la tarea. Una vez que encuentre cuál es el problema, intente encontrar soluciones proactivas. Hablar con un maestro después de recibir una calificación menos que estelar es la mejor manera de aprender cómo arreglar las cosas.

Recientemente se ha dado una reacción violenta a la idea de que los padres deberían adoptar un enfoque práctico en la educación de sus hijos. Una publicación reciente afirmó que los padres deben evitar las preguntas basadas en los resultados, y que las conversaciones con su hijo sobre la escuela deben limitarse a incrementos de cuatro minutos. Como padre, todavía tiene un papel activo que desempeñar para ayudarlos a convertirse en los mejores estudiantes que puedan ser.

 

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